"Tienen doble función, calmar su ansiedad y
aplacar la de los niños"
Las recomendaciones generales sobre el rol que tienen los padres en este período, se enfoca principalmente a calmar la ansiedad en ellos, para luego poder ayudar y apoyar a sus hijos/as y también en tener cuidado con la violencia intrafamiliar.
Sabemos que los estudiantes están agobiados y sobrepasados de guías y trabajos académicos, por lo que se les sugiere a los padres y madres crear "ambientes de seguridad emocional" en los hogares. Esto, ya que los niños están en una situación de estrés –definido como la percepción de que se ha perdido el control sobre una o varias situaciones en la vida- al no poder salir a jugar y liberar energías ansiosas, y los únicos que podrán contenerlos son los adultos que están con ellos en sus casas cuidándolos, es decir, los padres y madres.
"El adulto hoy día tiene lamentablemente una doble función: Calmar su propia ansiedad y aplacar la ansiedad de los niños más pequeños, y eso se hace a través de la creación de espacios o ambientes de seguridad emocional", señala la Dra Amanda Céspedes.
Por esta razón, se recomienda a los adultos que están al cuidados de los niños/as y adolescentes:
1 - Sensibilidad frente a la ansiedad de los niños: "Cuando reconozco que alguien que yo amo está cerca mío y que está ansioso, mi tendencia natural es intentar contener esa ansiedad y poder aplacarla. Eso es lo que tienen que hacer". ¿Cómo? A través de escucharlos, abrazarlos, acariciarlos y besarlos, como cuando eran bebés, aunque tengan 14 años o más.
2.- Mantener rutinas de actividades diarias y no descuidar el aspecto físico ni emocional: que los chicos se acuesten temprano para que puedan levantarse máximo a las 9 a.m. y reciban luz solar; que se duchen y vistan y que tengan una rutina de horarios fijos de desayuno, almuerzo, once, cena, juego, tareas, alguna actividad gratificante (escuchar música, tocar un instrumento musical, leer, bailar, ejercicio físico, dibujar), de manera que dentro de esta incertidumbre total que estamos viviendo al menos cuenten con horarios ciertos que le darán estabilidad y algo de certeza existencial. Con los adolescentes se sugiere que el horario se haga de común acuerdo con los adultos y se firme un contrato de manera de tenerlo a mano como recordatorio.
3.- Aplicar los recursos naturales que poseemos todos los seres humanos, especialmente los niños, ¿cuáles son?.... La fantasía, la capacidad de jugar y de crear realidades inventadas, lo que es tremendamente beneficioso ¿Cómo?, que realicen una representación teatral, que inventen una historia, un cuento, que escriban un libro (los más grandes), que lean un cuento en voz alta y lo dramaticen, que imaginen sueños, viajen con la imaginación.
4.- Tener mucho control con la exposición a las pantallas, los videos juegos, pues son muy dañinos para la salud física y mental. Ya tienen suficiente con el teletrabajo escolar y el wasap con los amigos. Lo recomendable según los neurólogos es 2 hrs al día y no seguidas. De ser necesario habrá que requisar los celulares y computadores o Tablet.
5- Controlar la impaciencia y alejar la violencia: Tratar de calmar nuestra propia impaciencia y no caer en conductas violentas, como el castigo, el grito y la amenaza, por ejemplo, decir “me tienen hasta la coronilla, váyanse de aquí' “me tienen aburrida, no los soporto”, los niños no tienen dónde irse, no pueden irse al patio, no pueden irse a la calle. Los niños están tan cansados y aburridos como los adultos, pero tienen menos recursos para clamarse y solucionar los problemas.
-¿Cómo calmo mi impaciencia? Respira profundo tres a cinco veces, piensa en algún momento feliz de tu vida, imagina un paisaje bonito de tu agrado, realiza una meditación, realiza ejercicios físicos (rutinas breves de ejercicios o baile)
-¿Cómo no caigo en la violencia?.... cuenta hasta 50 antes de reaccionar con un grito, amenaza o agresión física….. respira profundo y recuerda cuando tu hijo nació…… míralo y date cuenta que es un niño/a o adolescente que necesita de ti, que la única persona que tiene en el mundo para aplacar su miedo y ansiedad eres tú, sólo a ti puede recurrir…… y esa mirada amorosa acompañada del gran amor que le tienes a tu hijo/a, te calmará.
6.- Agradece diariamente lo que tienes, lo que te ha tocado vivir. Siempre habrá mejores y peores vidas, pero esta es la tuya. Y nadie querría cambiar los problemas propios por los ajenos. Por ejemplo, ayuda a tus hijos a ver lo positivo que ha traído la cuarentena, pueden estar más tiempo juntos, tienen un techo donde estar y dormir, tienen vida, tienen salud, tienen ojos para ver, son inteligentes para abordar y resolver los problemas, tienen alimentos, se pueden comunicar, etc…. podríamos llenar hojas y hojas con agradecimientos, sólo piensa día a día junto a tus hijos 3 cosas positivas de tu vida que podrías agradecer a Dios si eres creyente o a la vida o al universo si no lo eres.
7.- Mantén siempre todas las medidas higiénicas para ti y familia, fortalece al mismo tiempo el sistema inmunológico de los integrantes de tu familia con alimentación sana, rica en vitamina C, ejercicios físicos diarios y entrega mucho amor a tus hijos/as. "El único elemento verdaderamente comprobado que aumenta la respuesta inmunitaria en los niños es el amor", indica la Dra Amanda Céspedes, agregando que los maltratos y la violencia generarán en los pequeños una deficiencia de este sistema poniéndolo en riesgo de enfermarse.
8.- ¡Alégrate de poder leer esto, de tener una familia a quien cuidar y de no estar en condiciones graves de salud! ¡De estar vivo!
Sigan cuidándose, amándose, protegiéndose y agradeciendo lo que tienen
Atentamente
Liliana Santelices Santibáñez
Orientadora de 1° y 2° Medios
Internado Nacional Barros Arana
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